Hacemos todo lo posible para que cada estancia sea una fuente de alegría y de recuerdos felices: para nuestros huéspedes, para los propietarios de las villas y para nosotros mismos.
Nos sentimos privilegiados de que nos confíen la felicidad de otros en los periodos vacacionales cortos y sagrados y, a cambio, gratificamos a nuestros huéspedes con un servicio altamente personalizado.
Navegando entre las nociones de viaje y vacaciones; entre las de estar lejos y las de sentirse en casa, ajustamos nuestro porte para cada uno de nuestros huéspedes. Adaptamos nuestros servicios, sabiendo que a veces, el mejor servicio es desaparecer.
Devolver a los viajes y al turismo sus colores originales, los del descubrimiento, la unión y el intercambio.
Restablecer la pureza de la hospitalidad, en la que alojamiento significa acogida.
Nos esforzamos por la sostenibilidad de nuestra isla, liberándola de su etiqueta «Mar, Arena y Sol», reponiendo su capital económico y humano y protegiendo su capital natural.
La humildad es un valor primordial, subyacente, es la piedra angular de todos los valores.
La ética es la antesala de la libertad y nos esforzamos por seguir siendo libres.
El ser humano responsable vive dentro de la naturaleza y la respeta.