Las razones para navegar con Jean Claude son múltiples y los resultados son muchos: desde pasar buenos ratos deslizándose hasta aprender muchas cosas de una sola vez. La lista de palabras clave que mejor describirían este viaje es larga, de la que nos quedamos con: ¡diversión, relax, calma, exclusivo, fresco, sol, navegar, aprender, descubrir, ver, escuchar, mar, nadar, bucear, disfrutar!

Esta excursión, tan sencilla como única en Mauricio, consiste en navegar en una piragua tradicional por la laguna más bonita de Mauricio. Nos referimos a la navegación real, con sólo Jean Claude, un marinero experimentado y marinero, usted y sus seres queridos. El pequeño motor fuera de borda se enciende sólo para algunas maniobras, el resto del tiempo es un plácido deslizamiento al son del viento y el suave chapoteo en el casco de madera. Quien se sienta cómodo para probarlo, tendrá la ocasión de dirigir y ayudar a Jean Claude en las maniobras. Aquellos que busquen sólo un viaje de relax pueden disfrutar de la espectacular vista de las montañas que emergen de la laguna.

Los más curiosos estarán atentos a las charlas de Jean Claude sobre el lugar, su lugar, su trozo de paraíso donde nació, creció en armonía con la naturaleza y la gente, cómo evolucionó a partir de las fascinantes aventuras vividas por los antiguos marineros, alternando penurias y días felices.

Como se trata de un negocio familiar, se puede optar por un crucero rápido por la laguna en la lancha de Jean Eric. Es más estimulante y menos armonioso, pero aun así descubrirá los puntos dulces de la laguna guiado por un «Zanfan Lakot» (niño de la costa).